ESTRATEGIA DE DETECCIÓN PRECOZ, VIGILANCIA Y CONTROL DE COVID-19
Actualizado 11 de agosto de 2020 y elaborado por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III.
( El extracto completo ha sido revisado por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta y por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial y presentado al Consejo Interterritorial
del Sistema Nacional de Salud.
El documento está en revisión permanente en función de la evolución y nueva información que se disponga de la
infección por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2)
La detección precoz de todos los casos compatibles con COVID-19 es uno los puntos clave para controlar la transmisión. Esto pasa por reforzar los equipos de profesionales de la Atención Primaria
garantizando la capacidad diagnóstica y de manejo de casos desde este nivel, asegurando la
disponibilidad del material necesario para ello así como la disponibilidad de equipos de protección
personal. Desde las CCAA se debe garantizar este diagnóstico y reforzar los centros de salud para el
manejo y seguimiento de los casos. Asimismo, la realización de pruebas de PCR debe estar dirigida
fundamentalmente a la detección precoz de los casos con capacidad de transmisión, priorizándose
esta utilización frente a otras estrategias.
La monitorización de la epidemia exige sistemas de información epidemiológica que proporcionen
información diaria para la toma de decisiones. Para ello, deben hacerse las adaptaciones en los
sistemas de información sanitaria y de vigilancia epidemiológica que permitan a la Red Nacional de
Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) disponer de la información necesaria, con un nivel de
desagregación y detalle adecuado, para garantizar una capacidad de reacción rápida que lleve a la
adopción de las medidas oportunas de control. Así, cada componente de la RENAVE, a nivel de CCAA
y el nivel nacional (tanto el Ministerio de Sanidad como el Centro Nacional de Epidemiología) debe
disponer de los recursos humanos, especialmente en las unidades de vigilancia epidemiológica, y de
los desarrollos tecnológicos e informáticos necesarios para la obtención y análisis continuo de los
casos y para la gestión adecuada de los contactos.
El seguimiento del nivel de transmisión de la epidemia debe hacerse compaginando la información
obtenida de distintos niveles, incluyendo centros sanitarios y sociosanitarios tanto públicos como
privados, laboratorios y servicios de prevención de riesgos laborales. Para ello, los Servicios de Salud
de las CCAA y los servicios asistenciales tanto de la sanidad pública como de las entidades privadas
adecuarán sus sistemas informáticos para posibilitar la obtención de la información mínima exigida
en el tiempo y forma indicados en las correspondientes aplicaciones informáticas establecidas.
Objetivo
Los objetivos de esta estrategia son:
- La detección precoz de los casos con infección activa por SARS-CoV-2.
- El establecimiento precoz de las medidas de control necesarias para evitar nuevas
infecciones - La disponibilidad de la información necesaria para la vigilancia epidemiológica, con un nivel
de desagregación y detalle adecuado.
Los resultados de las pruebas de laboratorio realizadas, fundamentalmente en el contexto de
cribados, pueden detectar casos de infección resuelta, pero la búsqueda de este tipo de casos no es
el objetivo de la estrategia